Sáb. Jul 27th, 2024

El Audio de alta definición es un término que caracteriza a un estándar de calidad que pretende llegar al tope o superar la capacidad auditiva humana en cuanto a la fidelidad del sonido que es reproducido. En los primeros años del siglo XXI han aparecido dos formatos de audio digital que han sido etiquetados como formatos de alta definición, los cuales son: el DVD-Audio y el SACD. SACD ofrece una reproducción de máximo 100 kHz y DVD-Audio ofrece 80 kHz.

Generalidades del sonido de alta definición

Los proponedores y propulsores de estos nuevos formatos afirman que los armónicos a estas altas frecuencias, aunque el oído humano no pueda notarlo, afectan a un llamado «sonido sala» dando mayor calidad, calidez y color al sonido.  El sonido de alta resolución está de moda. Buena parte de los fabricantes de equipos de música, y cada vez más sellos discográficos, sobre todo los que venden a través de Internet, parecen empeñados en convencernos de que el audio de alta resolución es al que todos los que adoramos la música debemos aspirar si queremos disfrutarla con la máxima calidad posible.

¿Qué es el sonido en alta resolución?

Los CD a diferencia de los vinilos, nos permiten guardar información en el dominio digital, mientras que los discos de vinilo son analógicos. Esto significa que la música de un CD está codificada en forma de unos y ceros, exactamente de la misma manera que la información que tenemos en el disco duro de nuestro ordenador, que también es digital. Pero un CD no tiene una capacidad infinita; de hecho, el tamaño de las diminutas muescas que vemos en su superficie si lo miramos con un microscopio y la distancia que separa cada una de ellas de las adyacentes revela cuánta información es capaz de albergar. Precisamente, de una forma simplificada, esto es lo que diferencia al CD, el DVD y el Blu-ray Disc: el tamaño de los pequeños orificios que codifican la información y la distancia que los separa.

Origen de esta tecnología.

La tecnología del formato CD fue desarrollada a finales de los años 70 por Philips y Sony, y fueron los ingenieros de las empresas los que propusieron codificar la información utilizando una resolución de 16 bits y una frecuencia de muestreo de 44,1 kHz. Pero estas cifras no fueron al azar; estas especificaciones permiten a este formato reproducir los sonidos que se encuentran en el rango de frecuencias que va desde 20 Hz a 20 kHz, que coincide con bastante precisión con el límite de frecuencias que es capaz de percibir el sistema auditivo humano, aun teniendo presente que no todas las personas tenemos la misma capacidad auditiva. El punto de esta tecnología  presupone que si incrementamos la resolución, la frecuencia de muestreo, o, ambos parámetrosal pasar una señal analógica al dominio digital, podremos «reconstruir» la señal analógica.

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